El papa Francisco, firme defensor de la vacunación contra el covid-19, lanzó el sábado una iniciativa más espiritual, una "maratón de oración" que será seguida por treinta santuarios de todo el mundo.
Cada día del mes de mayo, los creyentes están llamados a rezar el rosario para invocar el fin de la pandemia y que las actividades sociales y laborales puedan reanudarse.
El sábado, en la basílica de San Pedro, el papa Francisco inauguró la maratón con una "oración por la humanidad herida", en presencia de unos 150 fieles.
Mencionando la "dramática situación" actual, "cargada de sufrimiento y angustia", pidió protección para quienes lloran a sus muertos, "sepultados a veces de un modo que hiere el alma" y alabó "el cansancio heroico" de médicos, enfermeros, trabajadores sanitarios y voluntarios que arriesgan su vida.
El papa también pidió a la virgen María que "ilumine los espíritus de los hombres y las mujeres de ciencias para que encuentren buenas soluciones para vencer este virus" y que "alcance las conciencias para que las enormes sumas utilizadas en desarrollar y perfeccionar el armamento se destinen en cambio a promover estudios que permitan prevenir tales catástrofes en el futuro".
Treinta santuarios dedicados a la virgen María se turnarán cada día del mes para participar en la oración, con un tema de rezo dedicado a los diferentes tipos de personas, de Polonia a Brasil pasando por Corea del Sur o Nigeria.
El sábado, el santuario inglés Nuestra Señora de Walsingham lanzó "una oración por los difuntos". Otros santuarios mencionarán a los jóvenes, los presos, los médicos, los bomberos, los desempleados o los científicos en sus oraciones.
El sumo pontífice cerrará la iniciativa el 31 de mayo desde los jardines del Vaticano.